¿No es el fruto en la vida lo que revela si una persona es salva o no?
Hemos visto en nuestro estudio de la doctrina de la seguridad eterna que la Biblia nos da muchos motivos para creer que la vida eterna no se puede perder, y que el creyente puede tener la certeza de que es y siempre va a seguir siendo salvo. Hemos visto también algunas objeciones, pero otra objeción común es que la Biblia dice que “por sus frutos los conoceréis.” Casi igual como el uso del frase “la fe sin obras es muerta,” este frase de los labios del Señor Jesucristo es usado muchas veces o para decir que la salvación se puede perder, o para decir que uno solo puede saber que tiene la salvación por la cantidad y calidad de fruto en su vida, con “fruto” normalmente interpretado como buenas obras.
La realidad es que cada creyente puede tener la certeza de su salvación solamente porque confía en las promesas del Señor Jesucristo en versículos como Juan 5.24, por ejemplo. Lo que Jesús dijo en otro contexto acerca de como conocer a algunas personas por sus frutos no debe causar ninguna duda en cuanto a la doctrina de la seguridad eterna.
Si vemos el pasaje de Mateo 7.15-20 en que Jesús dijo que “por sus frutos los conoceréis,” la primera cosa que podemos ver fácilmente es que no habla de como determinar si yo mismo soy salvo, ni de como determinar si otra persona es salva. Habla de como determinar si uno que se dice ser profeta es, en realidad, falso profeta (7.15-16). Así como uno puede ver los frutos de un árbol y decir si es o no es buen árbol, uno puede ver “los frutos” de una persona que se dice ser profeta y saber si es verdadero o falso.
Entonces, ¿Qué representan “los frutos” en el pasaje? O sea, ¿por qué tipo de fruto se puede conocer si uno es falso profeta? No tiene mucho sentido concluir que los frutos en el pasaje representan buenas obras o la falta de buenas obras, porque en el mismo texto Jesús dijo que los falsos profetas “vienen vestidos de ovejas” (7.15), o sea, que exteriormente parecen ser ovejas. En otro pasaje en el mismo libro de Mateo (12.33-35) donde el Señor Jesús habla otra vez de conocer un árbol por sus frutos, es claro que los “frutos” se refieren a las palabras que salen de la boca de la persona. Entonces, podemos concluir que si una persona se dice ser profeta, pero lo que supuestamente profetiza va en contra de la palabra de Dios, es falso profeta.
Ahora, aún si nosotros suponemos que en algunos contextos los frutos de un árbol pueden referirse a las obras de una persona en vez de a sus palabras, no hay ningún pasaje en la Biblia que dice que nosotros tenemos que ver a los frutos en nuestras vidas para decidir si somos salvos o no. Podemos saber que somos salvos si hemos creído en Jesucristo, porque podemos confiar en sus promesas. Tampoco hay un pasaje que dice que debemos inspeccionar los frutos en las vidas de otras personas para decidir si son salvas. Solo se aplica a identificar a falsos profetas y a identificar la condición del corazón de la generación de Israel que rechazó a su Mesías.
Si una persona que dice ser creyente en Jesús vive una vida pecaminosa, hay varias explicaciones posibles. Es posible que la persona realmente nunca haya puesto su fe en Jesús para recibir la vida eterna y por eso no tiene la nueva naturaleza. Quizás haya repetido palabras correctas sin creer en Jesús personalmente, o quizás confía en sus propias obras o en la religión para ser salva, en vez de confiar en Jesús. Pero también es posible que la persona ha creído en Jesucristo pero no está andando en el Espíritu. Es posible que es “carnal” en vez de “espiritual,” como dijo el apóstol Pablo acerca de los Corintios (1 Corintios 3.1-3).
La presencia o falta de buenas obras en mi vida es importante y puede decirme mucho acerca de mi propia andar con Dios. Si yo no estoy creciendo en la aplicación de mi fe, algo anda mal y tiene que cambiar. Pero si yo se que he creído en Jesucristo como mi Salvador, no tengo por qué dudar mi salvación, porque esto sería dudar de las promesas y la fidelidad de Jesús mismo.
También la presencia o falta de buenas obras en la vida de otro hermano es importante y puede indicar donde él necesita ayuda en su vida Cristiana. Pero nada en lo que la Biblia dice acerca de conocer un árbol por sus frutos nos dice que debemos dudar a su salvación tampoco. Debemos ayudarle como hermano para que él también pueda disfrutar de su relación con Dios.